viernes, 16 de julio de 2010

La Zanahoria




De vez en cuando te miro de lejos. Es tanta la distancia que nos separa que sólo mi imaginación es capaz de dibujar el rostro que tenías, el que veía cuando te seguía mas de cerca.

De a momentos acelero el paso, buscando acortar el camino que nos separa. A veces corro, otras veces camino, y a menudo suelo ir gateando.

Cuando me desanimo, suelo recuperar el aliento pensando que si te alejaste fue tan sólo porque me distraje mirando otras zanahorias o porque el cansancio me hizo frenar un rato para volver al camino con mas fuerzas. Pero siempre recuerdo que en última instancia, la decisión de perseguirte, de anhelarte, de empeñarme en alcanzarte, es mía. Y eso nadie me lo puede quitar. Y por eso nada me puede frenar.

Una vez (calculo que después de una decepción), había concluido que las próximas zanahorias que perseguiría tendrían que ser dignas de tener un cazador detrás como yo. Es decir, que al menos valieran la pena!

Además tendrían que ser alcanzables para que no me frustre en el intento, pero costosas para que no me aburra en el proceso. Y por sobre todo, deberían ser alimento suficiente para que no me vuelva a dar hambre. O al menos no tan rápido.

A veces solemos perseguir cosas que no sólo no nos llenan, sino que nos dejan con una variedad de sensaciones y sentimientos que nos lastiman. Pero siempre (y siempre es siempre), tenemos la oportunidad de desandar camino, de desechar lo que no sirve y volver los ojos hacia todo lo valioso que tenemos por conquistar.

Hasta la próxima huella

jueves, 8 de julio de 2010

Robot Tayloriano

Sonó la alarma de mi teléfono, lo manotee a oscuras, lo apagué, salté de la cama como si fuera un resorte que había estado contenido por unas horas con un elástico que ahora lo dejaba libre. Caminé con las manos hacia delante para evitar golpearme contra algo. Entré al baño, abrí la canilla, me lavé la cara y los dientes. Imagino que cerré la canilla. Me vestí mientras miraba en la tele como iba a estar el clima. Llené mis bolsillos con lo necesario para el día. Pasé por el baño nuevamente para asegurarme no sólo de estar vestido sino para saber si efectivamente estaba despierto.


Salí a la calle, creo que caminé hasta la esquina y crucé. Corrí al colectivo que me esperaba en la esquina como guiño del destino (o eso fue ayer?). Subí, saludé al chofer, saqué boleto. Me hice lugar ante la muchedumbre, cerca del fondo me paré y esperé hasta llegar a destino. Vaya uno a saber si respiré, quien sabe si le hablé a alguien, todo puede ser.


Bajé del colectivo, caminé media cuadra, crucé la puerta del trabajo, casi seguro que saludé al de seguridad, puse el dedito y mi código en el reloj fichero. Salí, volví a caminar, saludé a la misma gente de siempre con idéntica formalidad y desinterés. Subí al ascensor, abrí dos puertas. Prendí la computadora. Mandé un par de mensajes de texto al ser que amo. Creo que desayuné. Jugué a trabajar un par de horas. Hablé con un amigo. Seguí jugando a trabajar otro rato. Para todo esto ya habían pasado 7 horas desde que me había levantado. Y juro que recién hace 5 minutos fue la primera vez que pensé en todo el día!


Magnífico descubrimiento, soy como un robot Tayloriano. Hice toda clase de cosas durante la mañana. Desde lo mas sencillo e intuitivo hasta actividades mas complejas y comprometidas. Y todo fue en automático porque repito, hace 5 minutos fue la primera vez que pensé en todo el día.


Cómo es que hace la vida esto? O soy yo el que lo hago? No, no creo. Para mí que es la vida. Entonces, como hace la vida para que todos los días me tome el mismo colectivo y llegue a destino sin que siquiera exista uno en el cual me piante para otro lado? Como hace el cerebro para saber cuando apretar “3” en el ascensor y cuando apretar “1”? Si mil mañanas me ha pasado de mirarme en el espejo del elevador y no saber donde estoy? Y sin embargo siempre aprieto 1 cuando es 1 y 3 cuando es 3. Maravilloso.


Con el pensamiento en stand by, el cerebro y la vida automatizan cosas. Debería poder lograr automatizar otras cosas pero que yo elija? Este blog por ejemplo, seguro que en automático me saldrían cosas mas copadas para escribir. Mientras tanto, al menos este descubrimiento de hoy fue lo que me devolvió a la vida pensante. Hasta el automático de mañana calculo.