Por un Camino Angosto

Cuando la vida me puso frente al límite mismo de la vida, cuando mis esperanzas de creer en un mundo mejor desfallecían, cuando la creencia de que yo mismo no podía ser mejor llegó a mi corazón, sabía que era necesario una revisión crítica del camino y una búsqueda radical del momento en el cual la vida misma había dejado de ser un motivo de alegría y digna de ser vivida...

Entre todo lo que me ofrecía el mundo, el ruido eterno que parecía compañía pero que solo entrañaba soledad y vacío; el desenfreno que se disfrazaba de libertad pero se convertía en descontrol y mas soledad; las risas cómplices de los que aprobaban mis errores sin jamás animarme a que cambie, a que le de un sentido a mi vida. Entre todo lo vacío y algún que otro resquicio de alegría, sana pero pasajera, mi espíritu me pedía que cambie. Que deje atrás la angustia del pasado, que deje a un lado el caos del presente, que pueda volver a ese lugar de mi corazón donde estaba mi esencia. Que desande el camino, que descubra el momento en el cual había dejado de optar por lo bueno para elegir lo fácil... Que vuelva a empezar.

Y por una vez en la vida me animé a reconocerme débil y herido, a dejarme sanar. Me atreví, quizás sin entenderlo en el momento, a optar por la vida. Por una nueva Vida. Y a comenzar un nuevo camino, por el camino angosto...


"Por una vez en la vida recuerda que Jesús te espera. Y que es como se acaba el invierno ese día y comienza la primavera.
Por una vez en la vida anímate a mirar al cielo y alza los brazos hacia nuestro Padre, sólo en El hallarás consuelo.

Ven a seguir los pasos, de la Promesa que está en su Abrazo, y no se apaga en este camino hacia su Luz. Ven a vivir la vida, como El propone con sus heridas con nuestras penas pero esperando siempre en Jesús.

Por una vez en la vida se libre como lo has soñado, pon tu confianza en el amor y espera, El sanará lo lastimado.
Por una vez en la vida confía en que Jesús te ama y poder perdonar a quien te ofende es una Gracia que en ti derrama.

Ven a seguir los pasos, de la Promesa que está en su Abrazo, y no se apaga en este camino hacia su Luz.
Ven a vivir la vida, como El propone con sus heridas con nuestras penas pero esperando siempre en Jesús.

Por una vez en la vida no temas emprender el viaje, y sólo carga con la cruz que a ti te toca, olvídate del equipaje. Por una vez en la vida elije andar el camino angosto porque aunque cueste sabemos que un día nos llevará a encontrar Su Rostro.

Ven a seguir los pasos, de la Promesa que está en su Abrazo, y no se apaga en este camino hacia su Luz.
Ven a vivir la vida, como El propone con sus heridas con nuestras penas pero esperando siempre en Jesús.

Ven a Vivir la vida! Siempre Jesús! Como El propone! Siempre en Jesús!"

Metanoia